
FIDE: el Fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica
FIDE es el nombre del fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica creado en 1990. Es de carácter privado y es impulsado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el marco del Programa de Ahorro de Energía al Sector Eléctrico (PAESE).
Su objetivo es fomentar e impulsar acciones en el ámbito doméstico, empresarial y público que contribuyan al ahorro y el uso eficiente de la energía eléctrica. Esto, mediante el apoyo técnico y financiero en la ejecución de proyectos y programas que posibiliten el desarrollo y la implementación de tecnologías ahorradoras.
Esto, mediante apoyo técnico y financiero para implementar programas y proyectos que posibiliten el desarrollo de tecnologías sustentables.
En las sociedades modernas, la energía eléctrica es fundamental para las actividades cotidianas, los procesos industriales y el desarrollo tecnológico. Sin embargo, cada día incrementa la demanda y la mayoría de las distintas fuentes de energía son finitas. Por consiguiente, su uso adecuado se plantea como una necesidad actual para que dispongamos de ellas en el futuro. Pero también es una necesidad contar con alternativas energéticas, que además sean renovables y limpias.
En este sentido, la eficiencia energética es la utilización prudente de la energía. Por lo tanto, el fideicomiso busca promover el consumo responsable e inteligente de ésta para generar cambios en la escala local y global.
Lo anterior con el fin de mejorar la productividad y contribuir al desarrollo económico, tecnológico, social y sustentable de las ciudades. La finalidad es reducir el consumo de combustibles fósiles en la generación de electricidad, y con ello, las emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que en suma favorece la conservación del medio ambiente y el máximo beneficio de la energía renovable.
Contexto histórico del Fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica (FIDE)
La historia del fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica tiene como antecedente tres etapas en el contexto nacional.
La primera se remonta hacia finales de 1960 cuando México empieza a definir apoyos, políticas y programas gubernamentales enfocados a la expansión de la oferta energética. Razón por la cual existen avances importantes en el desarrollo tecnológico y de infraestructura. y tecnológica del sector energético.
La segunda se ubica en la década de 1970, cuando distintos sucesos internacionales se relacionaron directamente con un incremento histórico de los precios del petróleo.
Tal acontecimiento impactó las economías de varios países, ya que muchas de ellas basaron su expansión en energéticos baratos. De esta manera, las naciones se vieron obligadas a desarrollar estrategias encaminadas a disminuir el consumo energético.
La tercera tiene se sitúa en 1979, con la máxima demanda energética registrada. Lo que propició la inclusión de acciones y programas encaminados al ahorro y el aprovechamiento eficiente de la energía como pilar de desarrollo de los países. En México, la noción de eficiencia y racionalización energética se incorporó en 1980. Ello, a través la instauración del Programa Nacional para el Uso Racional de Energía Eléctrica (PRONUREE).
Ante tal panorama, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pone en marcha múltiples programas e iniciativas de ahorro energético. Entre éstas, la creación del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) el 14 de Agosto de 1990. El cual se proclamó como una propuesta integral e innovadora para economizar la energía eléctrica, debido a su vinculación con el sector público, social y privado.
Ejes de acción del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE)
Los proyectos FIDE operan a través de dos proyectos principales. Dirigidos a comercios, servicios, industrias, micro, pequeñas y medianas empresas.
El primero se enfoca al ahorro y aumento de la eficiencia energética. Tiene el propósito de fomentar el aprovechamiento eficiente de la energía eléctrica por medio de proyectos que proporcionen apoyo técnico y financiamiento. Dichos proyectos, contemplan la aplicación de tecnologías eficientes e innovadoras que hagan evidente el ahorro energético y su rentabilidad.
El segundo se denomina Eco Crédito Empresarial y está focalizado al sector empresarial y productivo. Opera por medio de financiamientos preferenciales que permiten sustituir equipos obsoletos o ineficientes por equipos nuevos de alta eficiencia certificados por el FIDE.
Entre éstos se encuentran generadores de energía eléctrica a pequeña escala, lámparas, sistemas y procesos de producción, fuerza motriz, aislamiento térmico, ventilación, refrigeración, etc.
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